Discutimos por cualquier motivo y dejamos de hablarnos después, tú en tu mundo y yo en el mío sin mostrarnos ningún interés. Se acabaron los simples detalles, hoy es todo tan frío y distante, a tu lado ya no soy feliz... Nos echamos la culpa por todo, no nos damos jamás la razón, evitamos estar los dos solos, el silencio nos hace peor... Los domingos son interminables y los lunes la calma otra vez, la rutina ayuda a olvidarse de la angustia por vernos después... No puede ser, no puede ser, que haya muerto el amor y respeto que había una vez. No puede ser, no puede ser, que olvidemos que seguimos siendo marido y mujer....